Estaba un borrachín afuera de su casa gritándole a la puerta:

"¡Abracadabra! ¡Abracadabra!"

En eso, pasa un policía y le dice:

"Oiga, señor, ¿de veras cree que la puerta se va a abrir diciéndole abracadabra?"

"¡Achís! ¿A poco dije abracadabra? Perdón, me equivoqué..."

Y entonces comienza a gritar:

"¡Abre, cabrona! ¡Abre cabrona!"

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