Llega un revolucionario mexicano
Llega un revolucionario mexicano a una cantina, buscando a otro, lo encuentra, se le acerca mientras se lleva la mano al a cacha de su Colt, oiga compadre, es cierto que usté anda diciendo que somos maricas, mmhhh?, a lo que el otro, levantándose de la silla y tomando su pistola le dice, verdá de dios que no compadre, se lo juro!, entonces el primero, retorciéndose el mostacho le responde, hay perra, pues entonces nos vieron!
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