Un borracho va a un bar y al llegar patea la puerta y dice:

- Son todos unos estúpidos
Al momento se para un negro y dice:
- ¿Qué dijiste?
Y lo despedaza a golpes. Después de un mes ya recuperado el borracho regresa al bar y antes de volver a patear la puerta se acuerda del negro y dice:
- Sois todos unos estúpidos, menos el negro.
De pronto se para el negro y dice:
- A mí nadie me discrimina.
¡Y lo volvió a despedazar!

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